Por Mabel
Bellucci*
Este
testimonio realizado por Fuad Zahra[1] (1942-2015), uno de los fundadores del
grupo Eros del Frente de Liberación Homosexual (FLH), en agosto de 1983,
plantea el vínculo político/ afectivo entre un grupo de feministas, integrantes
de la Unión Feminista Argentina (UFA),
con compañeros del FLH. Para el día de la madre, agosto de 1973, en pleno
centro porteño juntxs organizaron una volanteada para condenar al aborto clandestino. Un hallazgo que habla de una alianza
estratégica e histórica entre el feminismo y las minorías sexuales de aquel
entonces. Al entablar un diálogo
ameno entre ambos grupos, se desplegó una mirada crítica sobre el machismo y la
cultura sexista, en tiempos de agitación
por las rebeliones políticas.
“Actividades conjuntas con las compañeras
feministas hubo varias. Recuerdo una como si fuera hoy, fue un domingo de 1973,
día de la madre[2]. El
tema de la legalidad del aborto estuvo presente en nuestra lucha acompañando el
reclamo de las compañeras feministas.
El día anterior habíamos ido a bailar a Monalí, la
primera discoteca que existió para gays y lesbianas, ubicada frente a la
estación Lanús, donde habíamos leído varias veces con un micrófono algunos
comunicados del FLH. El boliche se llenaba porque la policía de la provincia
era menos jodida que la Federal, entonces allí concurrían gays y lesbianas de
Capital Federal y de distintos puntos del Gran Buenos Aires. Pero
inesperadamente esa noche hubo allí una razzia donde detuvieron a unas 100
personas. Cuando irrumpió la policía una avalancha se tiró hacia la puerta,
muchos escaparon pasando por encima de los canas, otros, como yo, lo hicimos
por los techos.
Para el día siguiente, aquel domingo día de la
madre, Néstor Perlongher[3] y
Marcelo Benítez junto a compañeras feministas de UFA habían organizado una
entrega de volantes donde se reclamaba la legalidad del aborto, el fin de los
abortos clandestinos y donde se afirmaba que el embarazo no deseado era una
forma de esclavitud. Y allí fuimos, con la adrenalina de la rabia de la noche
anterior, a la zona de Córdoba y Florida a repartir esos volantes junto con
otros de nuestro grupo EROS con dibujos de Marcelo y otros hechos por Ruth Mary
Kelly[4] con
la leyenda “Lesbiana no estás sola”. Sarita[5]
y Néstor Latrónico[6] se
quedaron por la zona de Florida y Paraguay. Mientras Marcelo Benitez y Eduardo
Todesca[7] fueron
para la zona de Lavalle, la Rosa Perlongher, Ruth y yo por la avenida Córdoba.
Otras compañeras feministas fueron a la plaza San Martin. A los minutos
empezamos a sentir sirenas, y paralelamente los gritos de la Rosa: “Rajemos
chicas! Turca rajemos!”
Hilda Rais y Marta Fontenla sosteniendo la bandera, en el centro Néstor Perlongher, 1983 |
Y nos fuimos corriendo hacia el bajo. Ruth, como
siempre desafiante en situaciones como ésta, decidió quedarse repartiendo los
volantes dispuesta a enfrentar a la policía si era necesario. A Néstor
Latrónico[8] lo
detuvieron y pasó la noche en la comisaría donde lo sometieron a un violento y
humillante interrogatorio".
Marcelo Benítez[9], uno
de lxs organizadorxs de esa volanteada hoy recuerda: “esa razzia en Monalí nos
llenó de inquietud, siempre creímos que Monalí estaba bajo la protección de un
comisario de la zona, se comentó en su momento que las dueñas se negaron a
aumentar la coima. Y sí, también recuerdo esa volanteada por el aborto. Estábamos
intranquilos porque por aquel entonces era mucha audacia hablar de aborto y
denunciar al aborto clandestino. Por eso yo, y todos los que vivimos aquella
época en que apenas asomaba el feminismo, sentimos como un milagro, un
renacimiento, el despertar de la conciencia de esta mujer nueva y batalladora”.
* Activista feminista queer. Integrante del Grupo
de Estudios sobre Sexualidades (GES) en el Instituto de Investigación Gino
Germani (IIGG)-UBA y de la Cátedra Libre Virginia Bolten de la UNLPlata. Autora
Historia de una desobediencia. Aborto y
Feminismo. Capital Intelectual. Segunda edición 2018.
[1]Este
texto forma parte de una serie de memorias y escritos inéditos de Fuad Zahra
que están compilando Juan Pablo Queiroz junto con Fernando Javier
Davis para publicar este año.
[2] La crítica a la exaltación
social y comercial de la maternidad ocupó un rol destacado en la agenda
feminista y encontró, en los festejos del Día de la Madre, un momento ideal
para desplegarse. Para representar la descentración social que padecían las mujeres
cuando se convertían en madres, la UFA desarrolló una cantidad de volantes.
Asimismo, haciéndose eco del comercial día de la Madre, la revista Persona, dirigida con mano férrea por su
adalid María Elena Oddone, publicó ácidos e irónicos saludos a las madres en su
día. Desde su agrupación, el Movimiento de Liberación Feminista (MLF), les
recordaba que cada una de ellas era: “Única trabajadora que: no está protegida
por la ley, no tiene sindicato, no tiene jornada de ocho horas, no tiene
descanso dominical, no tiene salario mínimo vital y móvil, no tiene ningún
reconocimiento a su trabajo silencioso. Considerada jurídicamente inferior al
varón, es explotada por el sistema que tratan de negarlo, con regalos, por un
día, mientras la utiliza todo el año”. ( 1974, “La Madre”, Persona, año 1, nº2, p.6).Ver: http://www.aletheia.fahce.unlp.edu.ar/numeros/numero-2/un-aporte-para-la-reconstruccion-de-las-memorias-feministas-de-la-primera-mitad-de-la-decada-del-setenta-en-argentina
Felitti,
Karina (2010). “Sexualidad y reproducción en la agenda feminista de la segunda
ola en la Argentina (1970-1986)”, Buenos Aires: Estudios Sociológicos XXVIII.
[4]Esta es la primera biografía que
se escribió sobre Ruth Mary Kelly a cargo del investigador y activista Emmanuel
Theumer http://revistafurias.com/llamando-ruth-mary-kelly/
[5] Sarita es Sara Torres. https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5628-2010-04-05.html
[7] Eduardo Todesca fue uno de los
principales activistas del grupo Eros del FLH. https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-234263-2013-11-24.html